Este acertado proyecto ubicado en la ciudad de Mérida planteaba la necesidad de transformar un área de tránsito -el acceso de la calle a la casa- en una estancia exterior, pero sobre todo en un lugar para disfrutar.

Aunque algunos elementos de construcción y la vegetación daban una sensación de saturación y escasa amplitud, este espacio se visualizó como una zona para promover la convivencia; un lugar ordenado, pero alegre; abierto, pero sin perder su misterio; con detalles que invitarán a recorrerlo y a disfrutarlo desde varios puntos de vista.